Agosto
- Ram Barreda

- 1 ago
- 1 Min. de lectura
Por fin llegó agosto
Y sí... ya es agosto. No sé en qué momento pasaron tantas cosas, pero aquí estoy. Un poco más despierto, un poco más tranquilo. No mejor, no perfecto, pero más yo.
He estado creciendo. No como esos clichés de "nuevo yo", sino creciendo de verdad... de a poquitos, con madrazos, con verdades incómodas y con silencios que también enseñan. Aprendí a aceptar lo que es. No lo que quiero que sea. No lo que me inventé para sobrevivir. Lo que es. Y aunque el pasado sigue ahí, ya no me persigue como antes. Hoy lo miro con cariño, con respeto. Porque incluso lo que dolió, me ayudó a encontrarme.
He aprendido a elegirme. Incluso por encima de cosas que me gustan, pero me hacen daño. Porque ya entendí que tengo que quererme más a mí, siempre. Incluso cuando duela. Incluso cuando extrañe. Incluso cuando una parte mía quiera volver a lo de antes. Ahí es donde más firme tengo que ser conmigo.
No soy el mismo. Y tampoco quiero serlo. Estoy listo para una nueva etapa. No tengo idea cómo se va a ver, ni qué viene después. Pero me gusta cómo se siente empezar desde un lugar más real, sin mentirme, sin intentar encajar.
Me costó llegar aquí. Me costó dejar de pelear con fantasmas, con versiones viejas de mí. Pero ahora entiendo que sanar no es olvidar, es aprender a vivir sin guerra interna.
Bienvenido agosto.
Estoy aquí, de frente, con el corazón abierto.
Y eso ya es un chingo.
Ram




Comentarios